LA AMISTAD VERDADERA
El buen amigo no abandona en las
dificultades, no traiciona; nunca habla mal del amigo, ni permite que, ausente
sea criticado, porque sale en su defensa. Amistad es sinceridad, confianza,
compartir penas y alegrías, animar, consolar, ayudar con el
ejemplo.
La amistad
verdadera es desinteresada: es más
consiste en dar que en recibir; no busca el provecho propio, sino el del amigo.
El amigo verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad,
si ha de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, intercambio de favores,
de servicios nobles y lícitos.
El amigo es fuerte y sincero en la medida en
que, de acuerdo con la prudencia sobrenatural, piensa generosamente en los
demás, con personal sacrificio. Del amigo se espera la correspondencia al clima
de confianza, que se establece con la verdadera amistad; se espera el
reconocimiento de lo que somos y, cuando sea necesaria, también la defensa clara
y sin paliativos.
Muchas gracias por tu amistad
Gracias por todos los momentos
que
hemos compartido
momentos llenos de sentimientos
y pensamientos
compartidos,
sueños y anhelos,
secretos, risas y lágrimas,
y sobre todo,
amistad.
Cada preciado segundo quedará atesorado
eternamente en mi corazón.
Gracias por dedicarme
tiempo
tiempo para demostrar tu preocupación por mí,
tiempo para escuchar mis problemas
y ayudarme a
buscarles solución,
y sobre todo,
tiempo para sonreir y mostrarme tu afecto.
Gracias por ser lo que
eres
una persona maravillosa.
Pude contar contigo
cuando necesitaba
en quien confiar
y pedir consejo.
Gracias a ti comencé
a
conocerme
e incluso a apreciar lo que soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario